sábado, 30 de junio de 2012

Las enseñanzas de Esopo. El buey y la becerra

El buey y la becerra

Viendo a un buey trabajando, una becerra que sólo descansaba y comía, se condolió de su suerte, alegrándose de la de ella.

Pero llegó el día de una solemnidad religiosa, y mientras al buey se le hacía a un lado, cogieron a la becerra para sacrificarla.

Viendo lo sucedido, el buey sonriendo dijo:

-- Mira becerra, ya sabes por qué tú no tenías que trabajar:
¡Es que estabas reservada para el sacrificio!

Moraleja:

No te ufanes de la ociosidad, pues nunca sabes que mal trae oculto.


Saludos
Valram





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